sábado, 15 de agosto de 2009

Pensè en cambiar..


Ayer por la noche abrí la ventana
y colgada del viento-tu aliento sentí
reflejada en la luna una mirada que no era la tuya,
y quería encandilarme,
y me hablo al oído,
y quería de mis manos caricias en letras,
en mi voz la lectura de bellos poemas
y mezclar en un beso su aroma y el mió.
En complicidad de tu luna –vaya descaro-
llenaron de insomnio mis sueños,
la noche fue corta y el encanto somero,
sin embargo amor - para que te lo niego-
estoy solo y pensé en cambiar…
en cambiar el color de mi mente,
las aladinas sabanas de aquel nuestro tiempo
y desmoldar con mis manos esa almohada
que insiste indecente en guardar tu imagen,
-pensé en recordarte un poco menos-
quise hidratar mí sonrisa que ya se partía
entre tanta melancolía y atender a esa mirada,
y conocer de nuevas estrellas,
y cambiar el amor que te siento
aún en ésta distancia por algo tangible,
por menos espacio aunque fuera de paso,
aunque fuera un rato,
y ventilé nuestro cuarto,
entró tu recuerdo y me sentí en tus brazos
que dicen que ya falta poco,
que regrese a tomar café en las mañanas,
que cierre los ojos y te espere otro poco…
y de nuevo te amé en presente y futuro,
y recordé tu sonrisa de media luna
y cerré la ventana,
aquí no ha pasado nada amor,
te ama mi corazón, yo te sigo esperando…

Due® 15agosto09P

viernes, 14 de agosto de 2009

Tengo que decirlo


el reloj se muere lentamente
en la pared de muerte natural al esperarte
y yo con él colgado en su esperanza,


Me lo han dicho corazón,
-la esperanza muere antes que uno-
¿o lo leí de un loco?, no lo sé amor,
de cualquier forma eso suena a frío,
se siente a que en cualquier momento
me resigno a que no vuelves.
Y me sabe a olvido.

Desde tu partida no sé nada,
acaso los recados que me dejas
en la cara bella de la luna,
o en la lluvia que me sabe a olvido
y que disfraza en mi rostro
el resultado de éste nudo en la garganta,

y sigo aquí esperándote y guardando
para ti toda la mar en caracolas rosas,
aún tengo tus suspiros en el cuello
colgados como perlas de rosario
y tu nombre cada noche a flor de labios,

te veo al despertar con el primer atisbo
en la cortina del polvito que se mira
entre el sol y el horizonte,
y lo siento corazón, pero tengo que decirlo;
me confundo entre el principio
de otro día con esperanza,
o lo que puede ser el rastro
de la ultima parte de mis sueños.

Due® 14agosto09

sábado, 8 de agosto de 2009

Retomé


La costumbre acomoda en su sitio cada carencia,
la melancolía suele ser hija de las ausencias


Y me dices amor, que con tu ausencia
no pasa nada –tal vez así sea-.
Yo siento que el tiempo se escurre
entre los dedos letal y pesado como mercurio.
Créeme, el tiempo ensancha distancias
y crea fantasmas en donde se ocultan
aquellos detalles de aquel nuestro tiempo.
Tal vez no pasa nada allá en tus playas,
pero acá en tu rincón se abrieron ventanas,
el polvo ha huido y poco a poco
la luz va sonando a campanas
de misas con feligreses alegres,
tu almohada recobró su figura
y la cama se ajusta a la mía.
Claro que te extraño y te amo
-te estoy esperando-
pero ya me dolían los labios
carentes de toda sonrisa.
Están pasando cosas amor,
la distancia, con dudas aún,
diluye algunas de tus caricias,
he vuelto a beber café del mañana,
y sin malicia amor, retomé la poesía.

Due® 8agosto09

viernes, 7 de agosto de 2009

Nuevas distancias


Me han contado
que el mundo
se ha vuelto
un pañuelo,

que lo mismo
se navega
en versos de vela
que se le da la vuelta
en aviones doblados
de poesía entera,

que los mensajes
llegan a puerto
antes de lo que tarda
un suspiro,

yo no lo sé,
tal vez así sea,

pero entonces
que no me vengan
con cuentos
de que mis besos
no llegan…

Due® 7agosto09

domingo, 2 de agosto de 2009

Ausente


No lo sabes corazón,
pero de cuando en cuando
me gusta regalarme tiempo
-y eso desde cuando estabas-
me gusta estar conmigo a solas;
así me sabe más a ti lo tuyo,
lo poco o mucho que me dabas,
lo que me dejaste
y aquello que en tu distracción
tomé a escondidas.
Y me gusta amor -aún ahora-
me sabe a ti todo ese tiempo,
me sabe a cuando estabas
y entre broma y risas
medias el daño que habría
en mi corazón cuando partieras.
Lo tuyo fue premeditado.
Lo mío no fue alevosía corazón,
pero ya me presentía que tus besos
me salaban de anticipo tu partida,
así que ya lo ves;
tomé tu aliento
advirtiendo los tiempos
que de cuando en cuando
tendría que regalarme
a solas tu ausente compañía.

Due® 2agosto09